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El moho importa

¿Le preocupa la exposición al moho en casa, en el trabajo o en la escuela? Si bien los mohos son una parte natural del entorno exterior, las esporas que producen pueden transportarse por el aire y provocar problemas de alergia. Las condiciones de humedad y la abundancia de vegetación equivalen a una gran cantidad de esporas de moho.


Para que los mohos se conviertan en un problema en el interior, debe haber una humedad excesiva en el interior. A menudo, esto sigue a áreas de daños por agua o fugas. El exceso de moho en interiores puede causar síntomas de alergia nasal y torácica de la misma manera que lo hacen otros alérgenos en el aire.


Los Annals of Allergy, Asthma and Immunology tienen un artículo interesante que analiza la exposición al moho en la primera infancia y el riesgo de desarrollar asma. Como ocurre con la mayoría de los estudios publicados, el diablo está en los detalles. Una de las preguntas más importantes que debe hacerse es cómo definen los autores el asma. En muchos estudios, los pacientes se definen como asmáticos según el informe de los padres o el diagnóstico médico previo, pero estos pueden ser subjetivos. Sin embargo, este estudio utilizó los mejores criterios: reversibilidad de broncodilatadores o desafío con metacolina, que es el estándar de oro en el diagnóstico de asma.


Los autores evaluaron la presencia de moho en los hogares mediante un par de rutas interesantes, y quizás levemente divertidas. Primero, “se realizó una observación visual y olfativa en interiores de las condiciones de la casa para detectar la presencia de alfombras y evidencia de moho”. Esa es una forma que suena muy “científica” de decir que fueron a buscar y oler en busca de moho. Sin embargo, realizaron un análisis cuantitativo tomando muestras del polvo doméstico y realizando un Índice de Moho Relativo Ambiental (ERMI). El estudio encontró que los niños de un hogar con un ERMI alto al año de edad tenían 2.6 veces más probabilidades de tener asma a los 7 años. Curiosamente, no hubo correlación con la sensibilización alérgica al moho. Entonces, o bien los mohos aumentan el desarrollo del asma a través de un mecanismo no alérgico, es necesario realizar pruebas para detectar más tipos de moho, o existe algún otro factor de confusión que acompaña a un alto nivel de ERMI, como los ácaros del polvo, por ejemplo. Fumar cigarrillos en el hogar también aumentó el riesgo de asma a los 7 años. El uso de deshumidificadores domésticos, la presencia de alfombras, la edad del hogar y la categorización del moho en el hogar según la inspección visual no se correlacionó con el asma a los 7 años.


Independientemente, las alergias a los ácaros del polvo y el moho se pueden evaluar y responderán a los medicamentos y la inmunoterapia. ¡Así que programe una cita con uno de nuestros alergólogos certificados por la junta!


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